24 envió al Misarca Apolonio con un ejército de 22.000 hombres, y la
orden de degollar a todos los que estaban en el vigor de la edad, y de vender
a las mujeres y a los más jóvenes.
25 Llegado éste a Jerusalén y fingiendo venir en son de paz esperó
hasta el día santo del sábado. Aprovechando el descanso de los
judíos,
mandó a sus tropas que se equiparan con las armas,
26 y a todos los que salían a ver aquel espectáculo, los hizo matar e,
invadiendo la ciudad con los soldados armados, hizo caer una considerable
multitud.
27 Pero Judas, llamado también Macabeo, formó un grupo de unos
diez y se retiró al desierto. Llevaba con sus compañeros, en las montañas,
vida de fieras salvajes, sin comer más alimento que hierbas, para no
contaminarse de impureza.